¡En acción para proteger a los océanos del mundo!
Mi nombre es Stephanie Flores, soy voluntaria de Greenpeace desde hace más de año y medio. El pasado 6 de enero de 2022 recibí un correo de Ornela Garelli, campañista y especialista de Consumo Responsable y Cambio Climático en Greenpeace México, donde hablaba sobre el impacto de la contaminación por microplásticos y las amenazas a las que se enfrentan los océanos y todas las especies marinas.
¿Sabías que cada año llegan a los océanos 13 millones de toneladas de plástico, y esta contaminación afecta a más de 700 especies marinas?
Cuando lo leí por primera vez, me quedé desconcertada y sin palabras. Vivimos en un momento de inconsciencia, donde nuestro planeta está sufriendo: la crisis climática, el uso excesivo de plásticos, la minería submarina o la sobrepesca, entre otras amenazas, están acabando con la vida en los océanos. Una cosa es clara: necesitamos actuar para lograr un cambio.
¿Cómo comenzar a hacerlo? Te contaré un poco sobre cómo comenzó mi historia. Desde que era niña siempre busqué la forma de mantenerme informada sobre organizaciones que trabajaban por la protección del planeta. Greenpeace siempre estuvo presente en mi mente, pero lo veía como algo inalcanzable.
Erróneamente, yo pensaba que era muy complicado formar parte del voluntariado, pero no fue así. Hace cinco años visité a mi mamá en Pachuca y me invitó a una reunión, la cual resultó ser con el voluntariado de Greenpeace de la ciudad. En ese momento yo vivía en la Ciudad de México, de manera que no me fue posible sumarme en ese momento.
Sin embargo, tiempo después y debido a la pandemia, me fui a vivir a Pachuca. No lo pensé dos veces: lo primero que hice fue buscar al grupo, tomé mi primer curso y así logré entrar como voluntaria. No me importó que en ese momento fuera solo de manera virtual, porque si se trata de lograr un cambio, se puede hacer desde donde sea, incluso desde casa.
Decidí tomar otros entrenamientos que Greenpeace nos proporcionó como parte del voluntariado, y así fue como logré formar parte de mi primera acción nacional para hacer un llamado a la protección de los océanos. La crisis que enfrentan es una realidad, así que nos dimos a la tarea de actuar y solicitar la creación de un Tratado Global que proteja el 30% de los océanos para antes de 2030.
¿Estaba nerviosa? Sí . ¿Tenía miedo? No. Al contrario, estar ahí y ser parte de un grupo de personas que levantan la voz para ayudar al planeta es MUY emocionante. Como parte del voluntariado, somos un pilar en toda la actividad y nuestra participación es clave para lograr el éxito de la acción. Con el voluntariado, Greenpeace llega más lejos. Se trata de tener ganas de ayudar para lograr un cambio; dejar a un lado los pretextos.
La crisis que enfrentan nuestros océanos (y el planeta) está frente a nuestros ojos, y es urgente actuar para su protección. Puedes ayudar haciéndote consciente de lo que pasa a tu alrededor, colaborando con la organización con una donación mensual o firmando la petición para que los océanos del mundo sean protegidos. ¡Puedes ayudarnos a llegar a la meta de 300 mil firmas apoyando desde casa! Así como yo, tú también puedes sumarte al cambio.
Hagamos que el 30% de los océanos de nuestro planeta sean protegidos como santuarios marinos para antes del 2030. ¡Es nuestro momento de hacer historia!
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