Luchas ambientales contra la agroindustria en la Selva Maya

La Península de Yucatán es un sitio de gran importancia en términos ambientales y culturales, ya que cuenta con un gran patrimonio biocultural, y es uno de los principales pulmones que aún nos quedan en el país. No obstante este paraíso ha sido constantemente amenazado por diversos actores, como las grandes corporaciones agroindustriales que encuentran en este sitio un lugar fértil con abundante agua dulce y buscan beneficiarse de estos recursos naturales a costa de sus habitantes y de la conservación de la naturaleza.

Greenpeace encamina todos sus esfuerzos a combatir el cambio climático y la pérdida acelerada de biodiversidad. Por lo tanto, poner especial atención en las amenazas de la selva maya y de sus cuevas inundadas y semi-inundadas resulta crucial en la lucha ambiental.

Mexican Rainforest
© Greenpeace

Greenpeace México desde el 2012 ha buscado proteger la Península de Yucatán; primero apoyando a las comunidades mayas, agricultoras y agricultores de pequeña escala, personas apicultoras y comercializadoras de miel en los estados de Yucatán y Campeche enfrentando a las siembras de soya transgénica y el uso excesivo de agrotóxicos que amenazan la biodiversidad; las semillas nativas, fuente de nuestra alimentación; y la economía local, esta última debido a que se ha provocado la muerte masiva de abejas y la contaminación de la miel con polen transgénico, lo cual afecta directamente a la apicultura y a la comercialización de miel que son actividades económicas de suma importancia en la región.

Comunidades mayas dicen NO a los OGM © Arturo Rocha
Activistas de Greenpeace junto a integrantes de comunidades mayas formaron la leyenda en lengua maya MA OGM (que en español significa No OGM) como un símbolo de rechazo a este tipo de cultivos. © Arturo Rocha

Asimismo, nos hemos enfrentado a la industria agropecuaria, especialmente a la porcícola. Con la publicación del Informe La Carne que está consumiendo al Planeta en 2020 denunciamos los impactos ambientales y sociales que está ocasionando el crecimiento exponencial y desordenado de la industria porcícola en la Península de Yucatán, un sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad en México.

En noviembre del 2020 debido a las graves afectaciones al medio ambiente, a la ilegalidad en la que se encuentra operando esa mega-granjas porcícolas, y la violación a diversos derechos de los pueblos originarios, provocadas por la presencia de granjas porcícolas; 52 habitantes de 21 pueblos mayas en Yucatán, Campeche y Quintana Roo, compañados de Indignación, Misioneros AC-Guardianes de las Semillas, Greenpeace México y Artículo- 19 presentaron una denuncia popular de carácter regional ante autoridades ambientales federales, para frenar esta situación y, en su caso, obtener desde la cancelación de los permisos, hasta la clausura definitiva de instalaciones que no cumplan con la legislación mexicana. Esta denuncia popular regional fue presentada ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat); la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Hasta la fecha la denuncia ha resultado en la clausura de 6 granjas porcícolas en Yucatán, sin embargo, este número es insuficiente considerando que en la Península existen 257 granjas con algún registro en bases de datos oficiales y se presume que existan más sin ningún registro, por lo que la contienda continúa.

Granjas porcícolas en Yucatán. Greenpeace / Tania Garnica
Granjas porcícolas en Yucatán. Greenpeace / Tania Garnica

También hemos acompañado a la organización de Kaa’nan Sonot (Guardianes de los cenotes), acompañados de Grupo Indignación en el caso emblemático de la granja de 49 000 cerdos en Homún a través de firma de amicus curiae o amigos de la corte así como en la colaboración de campañas mediáticas para frenar este megaproyecto que pone en riesgo el modo de vida de la población de Homún, viola sus derechos humanos y amenaza la biodiversidad y los cenotes. 

Durante varios años hemos tenido presencia en la Península de Yucatán con el único fin de proteger la biodiversidad, la cultura y a las comunidades mayas que muy frecuentemente se enfrentan a las injusticias ocasionadas por el sector agroindustrial.

Tren maya - deforestación
NO a la devastación de la selva maya

Sin una Manifestación de Impacto Ambiental objetiva y fundada en estudios científicos, la construcción del Tramo 5 del Tren Maya debe parar.

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