Tierra y empoderamiento: La importancia de la propiedad femenina de la tierra para la seguridad alimentaria

En las zonas rurales de América Latina y el Caribe (ALC), la agricultura sigue siendo la fuente más importante de ingresos. En la región, el 54,6 % de la fuerza laboral rural se dedica a la producción agrícola, y alcanza más del 80 % en países andinos como Bolivia o Perú. La mayoría de este grupo son pequeños agricultores, que también son los más propensos a enfrentar la pobreza y la inseguridad alimentaria a diario. 57 millones de personas en ALC, o el 33,7% de todas las personas en las zonas rurales viven en la pobreza, y la incidencia de la inseguridad alimentaria aumentó en 6,5 puntos porcentuales solo en 2020.

Entre los pequeños agricultores familiares de la región, las mujeres son un grupo particularmente vulnerable. A pesar de que las mujeres representan el 43 % de la fuerza laboral agrícola de la región, muchas mujeres continúan trabajando como empleadas familiares no remuneradas y enfrentan un acceso restringido a importantes activos agrícolas como el crédito y la tierra. Si bien faltan datos exhaustivos sobre la propiedad de la tierra y el género, un estudio realizado por la FAO en México, Honduras, Nicaragua y Paraguay indica que las mujeres solo poseen entre el 10 y el 30 % de la tierra en las zonas rurales, y tienden a poseer parcelas que son significativamente más pequeñas y de peor calidad del suelo. Este acceso limitado a la tierra constituye una de los retos más importantes que enfrentan las mujeres en la agricultura hoy en día.

La propiedad de la tierra representa un activo importante para las agricultoras, y no solo con respecto a la igualdad de género: la investigación ha demostrado consistentemente que el acceso a los activos, y particularmente a la tierra, permite a las mujeres aumentar su poder de negociación dentro de la familia, lo que significa que desempeñan un papel más activo en la toma de decisiones sobre la producción y el consumo del hogar que contribuyen al bienestar general del mismo. Debido a que las mujeres tienden a favorecer la nutrición y el bienestar general de la familia en sus elecciones, la influencia femenina en las decisiones de producción para el consumo doméstico puede conducir a una producción de cultivos más diversificada y una mejor nutrición dentro del hogar. Por ejemplo, los estudios han demostrado que las mujeres propietarias de tierras tienen menos probabilidades de tener hijos con bajo peso, y que los miembros adultos del hogar de las mujeres propietarias de tierras tienden a experimentar niveles más altos de disponibilidad calórica, diversidad dietética e índice de masa corporal (IMC).

Aunque estos estudios sugieren que la propiedad femenina de la tierra puede contribuir a mejorar el bienestar de los hogares, los investigadores han encontrado difícil establecer un vínculo causal entre la propiedad de la tierra, el empoderamiento femenino y la seguridad alimentaria. Las limitaciones de los datos suelen presentar un desafío, y la mayoría de los estudios han tenido que basarse en datos transversales para establecer una correlación, pero no un efecto causal. Las relaciones correlativas pueden ser engañosas. Por ejemplo, la propiedad de la tierra puede no tener siempre el efecto deseado en el poder de negociación de una mujer, ya que no necesariamente se traduce en un control efectivo sobre la tierra. Además, los estudios transversales no controlan el nivel de empoderamiento que tenía una mujer antes de adquirir tierras.

En un estudio publicado recientemente, tratamos de arrojar luz sobre esta importante relación causal entre la propiedad efectiva femenina de la tierra, el empoderamiento y la seguridad alimentaria. Para nuestro análisis, nos basamos en abundantes datos de una encuesta de hogares agrícolas recopilada para la línea de base (es decir, antes del inicio de las actividades del proyecto) para la evaluación del impacto del Proyecto de Catastro, Titulación y Registro de Tierras Rurales (PTRT-3) en Perú. Medimos la propiedad efectiva, es decir que los miembros del hogar declararon la propiedad de la parcela sin documentación formal, lo cual consideramos una medida confiable de la propiedad en términos de asignación de recursos y decisiones de inversión. Para garantizar que podamos identificar un efecto causal claro, utilizamos la herencia de la tierra como una variable instrumental que controla cualquier posible causalidad inversa entre la propiedad y el empoderamiento. De esta manera, estimamos el efecto de la propiedad efectiva de la tierra de las mujeres en el empoderamiento, así como las medidas de seguridad alimentaria y diversidad de cultivos, para una muestra de más de 1,000 hogares de agricultores en las regiones amazónica y andina de Perú.

Si bien nuestro análisis no encuentra que la propiedad efectiva de la tierra tenga un efecto significativo en el empoderamiento de las mujeres, sí detectamos efectos significativos en la seguridad alimentaria y la diversidad de cultivos. Lo que es más importante, si un miembro femenino del hogar posee al menos una parcela de tierra, la probabilidad de que su hogar tenga seguridad alimentaria aumenta en 20 puntos porcentuales. Este resultado es coherente con la evidencia de la literatura, que sugiere que una mujer que posee su(s) propia(s) parcela(s) puede cosechar cultivos dedicados a las necesidades dietéticas del hogar de acuerdo con sus preferencias individuales, mejorando así el bienestar general de la familia. También encontramos que la propiedad de la tierra disminuye significativamente el tiempo diario que una mujer dedica al trabajo agrícola, posiblemente liberando tiempo para que participe en otras actividades fuera de la finca.

En conjunto, nuestro análisis sugiere que dar a las mujeres la propiedad de las tierras agrícolas es beneficioso no solo en términos de mejorar la igualdad de género, sino también debido a los importantes efectos positivos que esto tiene en la seguridad alimentaria de los hogares. Por lo tanto, los programas de titulación y registro de tierras deben priorizar la asignación conjunta de títulos a ambos cónyuges o parejas y garantizar que la mujer reciba el reconocimiento legal de la tenencia de sus parcelas cuando corresponda. Otro posible escenario en el que los responsables de la formulación de políticas podrían tener un impacto es la modificación de las leyes de herencia que otorgan a las mujeres los mismos derechos a la herencia de la tierra. Este ya es el caso en Perú, pero hay varios países, tanto dentro como fuera de ALC, donde las leyes de herencia siguen siendo restrictivas y favorecen a los herederos varones, imponiendo así una restricción importante para mejorar el empoderamiento femenino y la seguridad alimentaria.


Creditos imagen: Shutterstock

The post Tierra y empoderamiento: La importancia de la propiedad femenina de la tierra para la seguridad alimentaria appeared first on Sostenibilidad.



Ver Fuente

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Jesús Clerico y Francisco Avendaño: Hábitos para cuidar el medio ambiente

Inventos inspirados en la naturaleza

Jesús Clerico y Francisco Avendaño: Navidades ecológicas, consejos para ponerlas en práctica