Jesús Clerico y Francisco Avendaño: ¿Qué es una ciudad sostenible?
Una
ciudad sostenible es aquella
diseñada para abordar el impacto social, ambiental y económico a través de la planificación urbana y la gestión de la
ciudad. Muchas iniciativas sostenibles se logran mediante la construcción de alternativas ecológicas en la
infraestructura de la ciudad, como la adopción de carriles para peatones y
bicicletas. Las regulaciones y las multas también pueden lograr cambios: se ha
demostrado que las órdenes de eliminación de desechos
reducen los desechos de los vertederos.
Si
bien encontrar formas de ayudar al planeta es esencial para la sostenibilidad, reducir costos y crear
una cultura vibrante para los ciudadanos es igualmente importante. A través de
infraestructura planificada, espacios verdes públicos, eliminación inteligente
de desechos y más, las ciudades pueden dejar atrás una huella neta cero para un
mundo más sostenible.
5 características de una ciudad sostenible
Si
bien hay muchas características
ecológicas que las ciudades pueden adoptar, para ser una verdadera ciudad
ecológica, deberán abordar el impacto social, ambiental y económico de la
sostenibilidad. Estas son algunas de las formas en que las ciudades pueden
lograr un estado sostenible.
1.
Transporte público
Las
ciudades que se enfocan en la sustentabilidad deben abordar el transporte de
frente, ya que los vehículos motorizados son responsables del 75 % de la
contaminación por monóxido de carbono en la actualidad. El transporte público
rentable y accesible saca a los automóviles de la carretera, lo que reduce las
emisiones nocivas generadas por los viajes diarios al trabajo y los recados.
Aquí
hay algunos ejemplos de transporte público que las ciudades sostenibles han
promulgado:
- Trolebuses
eléctricos
- sistemas de metro
- Ferrocarriles
subterráneos
- Trenes de
levitación magnética
Otra excelente manera de mejorar el transporte público y fomentar prácticas más ecológicas es incentivar los viajes alternativos al reservar ciertos carriles para autobuses, automóviles eléctricos y vehículos compartidos.
2.
Vecindarios transitables a pie y en bicicleta
Una
de las mejores maneras de reducir las emisiones de carbono en una comunidad es
hacer que los ciudadanos abandonen el transporte público por completo. Caminar
y andar en bicicleta son excelentes alternativas para alentar, y los líderes de
la ciudad pueden hacerlo aprobando cambios en la infraestructura, aprobando
leyes para proteger a los ciclistas y tomando decisiones inteligentes de
planificación urbana.
La
infraestructura amigable para caminar y andar en bicicleta incluye:
- Puentes
peatonales
- Redes de
ciclovías
- Redes urbanas
conectadas
- Micromovilidad
compartida
3.
Estaciones de carga de vehículos
Un
vehículo eléctrico produce cero emisiones de escape en comparación con un
vehículo de pasajeros típico, que produce 4,6 toneladas métricas al año. Para
las ciudades que esperan volverse neutras en carbono, las estaciones de carga
de vehículos para electricidad u otras alternativas deben convertirse en un
lugar común.
Las
ciudades pueden
incentivar la construcción de estaciones de carga asociando
inversores del sector privado con servidores públicos. Los planificadores
urbanos pueden trabajar con los desarrolladores para trazar las ubicaciones de
las estaciones de carga que se
adapten tanto a los conductores como a los propietarios locales. Después de
todo, la instalación de estaciones de carga en esquinas de calles aleatorias
podría provocar la pérdida del valor de la propiedad y una mayor congestión.
Otro
vehículo ecológico que requiere estaciones de recarga recién construidas es un
automóvil impulsado por hidrógeno. Impulsados por hidrógeno y oxígeno, estos automóviles pueden funcionar el doble de tiempo que un vehículo eléctrico antes de necesitar una
recarga (en lugar de una carga). Sin embargo, hoy en día, solo existen 376 estaciones de servicio en todo el mundo.
4.
Huertos solares
El
cambio a energías limpias es fundamental para que las ciudades sean
sostenibles. Granjas solares puede mejorar la calidad del aire en una ciudad al
mismo tiempo que proporciona energía renovable a los ciudadanos y las
instalaciones municipales.
Las
granjas solares financiadas por la ciudad permiten que los residentes que no
pueden aprovechar la energía solar en su propiedad obtengan acceso a la energía
solar.
5.
Edificios verdes
El
treinta por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo
provienen de los edificios. ¿Una solución? Edificios verdes, que reducen las
emisiones de CO2 en un 32%. También requieren menos mantenimiento y tienen
facturas de agua y electricidad más baratas. Estos beneficios de costos, junto
con incentivos fiscales adicionales, han permitido que la construcción de
edificios ecológicos se generalice sin el uso de mandatos gubernamentales.
Aquí
hay algunas formas populares en que los edificios ecológicos abordan estas
áreas:
- Sistemas
inteligentes de calefacción y refrigeración
- Materiales de
construcción naturales
- Ventilación y
aislamiento mejorados
- Paneles solares
- Techos verdes
Las
ciudades sostenibles no son solo un
objetivo elevado para los urbanistas y los entusiastas de la ecología: son
una necesidad en la lucha contra el cambio
climático. Las inundaciones, las olas de calor, los suministros de agua
dañados y más pueden mitigarse mediante una infraestructura sostenible. Incluso
la propagación de enfermedades, como hemos visto con la pandemia de
coronavirus, puede limitarse (o incluso erradicarse) mediante una planificación
urbana inteligente y sostenible.
Las
ciudades que reducen el riesgo de los efectos climáticos y otros desastres
naturales verán menos daños a la propiedad, pérdidas de seguros e incluso
accidentes, lo que hace que las prácticas urbanas sostenibles sean una
necesidad para el éxito a largo plazo.